Sola
Por más que lo intente las voces no cesan, no cesan.
Tres de la madrugada, llueve.
Llueve tanto que parece que el cielo vaya a partirse y caerse en pedazos.
¿Y qué quedaría detrás?
Se despierta sola, en la cama, hace frío.
¿Hace frío?
No, para nada, es ella la que lleva el frío dentro.
Se levanta asustada, sola, no sabe qué hacer.
Se recoge sus espesos cabellos negros y se mira en el espejo.
Tiene los ojos rojos de tanto lloverle.
Como si la cama fuese de hielo y el espejo de piedra.
No sabe como sentir, solo sabe llorar.
Vuelve a la cama pero las voces siguen intentando darle miedo.
Pero sólo dicen una cosa “sola, sola, sola”.
-¡Ya sé que estoy sola!
Es fácil estar sola si nunca has tenido a nadie, si no sabes lo que es el cariño.
Pero Arlene tiene la curiosidad en las mejillas.
¿A que sabe un beso? ¿Cómo es una caricia?
Y vuelve a llover en sus ojos por pensar que nunca lo descubrirá.
Vuelve a la gran cama de hielo.
Vuelve a llover.
Como un pez que se muerde la cola constantemente.
Y hasta que no sangre la última gota, no despertará.
By: Neus Garrigues
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